Pablo Solano, Abogado Penalista
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Es usted de las personas que utilizan a diario el Internet para realizar diversos trámites bancarios, pagos de servicios públicos, compras, entre otros, y en la próxima transacción se encontró que no tiene fondos, qué sucedió con el dinero que usted tenía en su cuenta bancaria, con la liquidez o crédito de su tarjeta.
Popularmente lo expresamos como “me robaron o estafaron”, sin embargo, estamos ante un delito informático que va más allá de lo que se describe en el Código Penal como el delito de robo o estafa, y que también lo regula en nuestra legislación penal. El término phishing es utilizado en la delincuencia informática y responde al acto que se comete mediante el uso de un tipo de ingeniería social (persuadir a una persona para ganar su confianza y así engañarla), que tiene como característica intentar adquirir información confidencial de forma fraudulenta, como puede ser una contraseña o información detallada sobre sus cuentas, tarjetas u otra información bancaria.
El delincuente, conocido como phisher, se hace pasar por una persona o empresa de confianza en una aparente comunicación oficial electrónica, por lo común un correo electrónico, algún sistema de mensajería instantánea, o mediante el uso de ventanas emergentes en internet, para que por medio de un enlace que lo acompaña, se acceda a una página web suplantada, en apariencia verdadera, y así obtendrán los datos de interés.
El pharming también es utilizado en la delincuencia informática, y se caracteriza porque el delincuente intenta adquirir información confidencial, instalando un programa malicioso en el sistema informático, es decir en su computadora, tableta o teléfono celular inteligente, de esta forma, una persona que introduzca un determinado nombre de página web (nombre de dominio), será redirigido a otro falso o suplantado que el atacante haya especificado con anterioridad. En ambos casos la ejecución consiste en mandar a la persona o usuario, en vez de la página web real y solicitada por él a una página web suplantada o clonada, con características visuales y datos muy similares a las de la página real, donde los delincuentes se hacen con la claves y demás datos que se hayan brindado, de esta forma le sacaran su dinero de su cuenta bancaria.
Ante un evento de tal naturaleza, lo primero que debe hacer es presentar la denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial, y con posterioridad ratificarla ante el Ministerio Público, acompañada si lo desea de una Querella (acusación privada) y una acción civil resarcitoria (medio dispuesto para cobrar los daños y perjuicios). También es importante acuda al banco o entidad financiera para que le reintegren su dinero, en caso de no tener una respuesta positiva, podrá interponer una demanda ante el Tribunal Contencioso Administrativo.
